martes, 3 de noviembre de 2009

Siga la vaca




La historia de Siga La Vaca se remonta a 1993, cuando un grupo de emprendedores vinculados a la industria de la carne apostó al proyecto que, en poco más de una década, cambiaría para siempre la gastronomía argentina.
La idea expresada por primera vez en el pequeño salón fundacional del kilómetro 40 de la ruta Panamericana, con capacidad para 50 personas, se convirtió, con esfuerzo, creatividad y tiempo, en el concepto de una de las principales cadenas de restaurantes de la región, con el mejor trato, la mejor calidad y el mejor precio como objetivos prioritarios.


El innovador sistema “todo incluido” aplicado a la principal tradición gastronómica argentina, el asado, elaborado con las mejores materias primas del mercado y ofrecido a un precio fijo, sin sorpresas ni costos ocultos resultaron clave a la hora del reconocimiento de nuestros clientes argentinos y extranjeros.
Inaugurado en 1993, el primer local creció hasta ser capaz de recibir, a más de 300 personas. Luego, en 1996, se inauguro una sucursal San Isidro, sobre la calle Dardo Rocha, con capacidad para 350 personas. Pero fue el desembarco en Puerto Madero el dato que selló el pacto con argentinos y extranjeros: inaugurado en 1999, es el buque insignia de la cadena, con 450 cubiertos simultáneos.

El local de la Costanera Norte, inaugurado en 2002, con capacidad para 200 personas y nuestra sucursal Pilar, la más grande de la cadena, construida en 2004 con capacidad para 600 personas, completan la amplia oferta de Siga La Vaca.
Así, hoy, en sus cuatro locales ubicados en los principales polos gastronómicos de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, Siga La Vaca atiende más de dos mil cubiertos simultáneos por día y da trabajo a trescientas familias, cuyos miembros son los verdaderos responsables de mantener intacta aquella idea inicial: el mejor trato, la mejor calidad y el mejor precio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario